Muy a pesar mío, no podía dejar de pensar en ella, esa latina de piel llamativa, siempre disfrazada de colegiala sexy , con sus ojos verdes mágicos que hechizaban a cualquiera, era ella una tierna bestia sexual que atemorizaba y convertía en primerizo a todo macho recio adiestrado en las técnicas amatorias de una noche desenfrenada. Era una salvaje que desvelaba mi sueño. Tengo 2 hijas y mi señora, una estupenda mujer que es el pilar de nuestra familia, jamás pensé en dejarla ni engañarla, pero, esos ojos verdes me hechizaron mas de una ves terminando en una pelea en la cama, de sabanas grasientas y marcadas por los hombres de esta vil ciudad, marcadas con ese rastro inconfundible de entrega genética y precursora de la mantención de la raza humana, la verdad es que la historia no comienza ahí, porque esa mujer que me tenia atrapado entre sus piernas jamás fue mía, todo esto fue un engaño de mi mente, pasaba frente a mis ojos esta sucia fantasía cada vez que le veía, ahí con su pequeña falda seduciendo al destino, y a mas de un pene clandestino perdido en ese lugar.
Mi historia comienza en una fría noche de invierno. Estaba yo en mi habitual y enfermante trabajo cuando de pronto la vi pasar como es de costumbre con un imbécil que se notaba tenia los testículos a punto de reventar por tener sexo con cualquier puta, sin importar lo fea, sucia e inescrupulosa que esta fuese, lo que era algo que me irritaba perdidamente. Como era de costumbre, le vigilaba con cierto recelo a través de ese espeso humo, donde comenzaron a desnudarse. El con su maldito cuerpo sucio y desnudo comenzo a desnudarla con la mirada, a lo que ella comenzo a practicarle, sin nigun asco, sexo oral. Fue ahí que no aguante más y desaforadamente entre en la habitación, no recuerdo más hasta cerca de 2 horas después, donde estaba yo con las manos rojas de sangre ajena y dos fríos cuerpo en el suelo, tirados junto al mío, desnudo al igual que el de ellos, donde comencé a analizar que diablos había pasado.
El punto es que entre y con mi cuchillo apuñale un sin numero de veces al imbécil, ya sin vida, hasta dejarlo sin aliento ni sangre por derramar, ella, mi deseo me miraba horrorizada con temblor en las manos, estábamos ambos en un estado catatónico, y antes de que desesperadamente comenzara a gritar, la agarre del cuello con una mano asfixiándola y con la otra desnudándola y dejándome en pleno descubierto físico, la viole con fuerza y bestialidad, y cada vez que le penetraba le apretaba el cuello con mas fuerza hasta que oí tronar su cuello lo cual fue mas de una vez, la magia de sus ojos había desaparecido hacia un buen rato, hasta que culmine. Quede ahí, en posición fetal, recostado sobre el húmedo y mohoso suelo de esa casa de putas, me quede durante horas y luego Salí e invente mi cuartada dejándole(a los dueños) claros puntos, el que ellos se mataron y que yo llegue tarde. Y como es de costumbre, la mafia que coordinaba el lugar no dejaron salir esto al aire, solo mi palabra les basto y jamás se supo la verdad.
Llegue a mi casa con la mente en su cuerpo, reviviendo la escena una y otra vez, estaba tan hipnotizado que volví a despertar en el mismo estado de desnudes en un frio suelo pero con tres cuerpos desnudos en vez de dos, esta vez estaba en mi casa y era mi señora y mis dos hijas las que estaban muertas. Mi mujer sin vida estaba desnuda con su vagina completamente ensangrentada, no solo de una brutal violación, sino también a causa de mi cuchillo, que intuyo también gozo de el acto sexual con ella. Y mis niñas, ahí estaban, con sus cuerpitos en el frio suelo, desnudos y con el cuerpo violentado enormemente por mi bestial acción. no lo entendí, no sabia que era lo que había pasado, me sentí miserable e impotente, era impotencia, contra ella, contra esa mujer que nunca fue mía y ya jamas lo iba a ser, contra es mujer que me llevo a destruir mi vida y la de mi familia, mi adorada familia, mis niñitas, mi mujer, necesitaba remediar esto, necesitaba justicia, necesitaba venganza, me sentía insaciable, ¡ERA HAMBRE DE MUERTE!, Salí corriendo a la calle y maté mujeres por doquier, no podía parar, era necesario, mi centroamericana estaba en todas, su cara hermosa, su cuerpo suavecito y perfecto, mate hasta que mas no pude, destruí mil vidas, mil familias, millones de personas destrozadas por mi hambre, miles de padres, hijos, esposos que quedaron solos a causa de mi venganza, actué así durante años, hasta que un día no aguante más, fui hasta el acantilado mas grande y me lance del, el frio viento golpeaba mi rostro y desnudo cuerpo hasta que choque con un muro de suelo...
Pero al mismo tiempo que chocaba extrañamente me sentaba - ahi fue cuando desperté empapado en frio sudor doctor. – le dije al psiquiatra del hospital, a lo que el me respondió, - Francisco, tu todavía no estas bien ni jamás lo estarás. – por lo que me dio unas pastillas y seguí en mi habitual estado de muerto viviente con mis electroshock semanales en esa fría habitación de fuerte olor a orina acompañado de mi única amiga, mi centroamericana que solo vive en mi distorsionada y maldita cabeza de enfermo.
dedicado a..... (un caballerito desquiciado)
Ahy esta tu historia culia loca wn, me costo un kilo hacerla y aun asi quedo como el oyo, como sea cariños men y cuidece
Christtian Yevenes