Tendido en mi cama, agobiado por tu ausencia, acosado por la inevitable sensación de necesitarte recostada junto a mi, abrigado en tu cuerpo, perturbando la belleza de tu ser, amarrado a tu cuello adornando esta explosión de sentimientos que nacen desde mi existencia y se enredan en ti, desde tus piernas a tu vientre, acariciando tus pechos y tocando lujuriosamente tus labios para descansar en un beso a tu frente. Hacen falta solo 10 días para no querer amarte solo con mi cuerpo, sino con la vida e incluso con la muerte, algo mas allá de la mortalidad de mi ser.
...Yo tu alimento mi conejita etérea, imploro que mi descanso eterno sea sobre tu pecho...