Hundido, en los profundos charcos del cieno podrido en desesperanza. Ahí me encontré, sin rumbo y derrumbado en mi propio sin sentido, con mi cansancio estúpido y aquel febril recuerdo... pero fue ahí que el espejo me salvo de las propias garras de la muerte, de mi auto provocado y auto proclamado viaje en el antiguo bote de Caronte, fue ahí que me vi en aquel reflejo y mire mis propios ojos, mire dentro de ellos y me encontré con mi alma, deseos y pasiones.... encontré esa llama a la que no reconocía su existencia, esas ganas de querer, esa energías de poder, en el momento mas propicio, cuando los parpados caen y extrañamente no queriendo jamas nunca volver a abrirse, cuando simplemente te das cuenta del fracaso que sugiere vivir tu propia vida, es cuando das cuenta de que es en ese preciso momento, cuando chocas violentamente con un fango podrido en el fondo de un abismo, que todo acaba de terminar, y a pesar de febriles recuerdos, de antiguas fotografías astronómicas que traen al presente secuencias en blanco y negro, voces distorsionadas de una mala grabación, todo termino para seguir, y es ahí cuando ves, en la profundidad de aquellas ventanas del alma, QUE SI HAY VIDA......
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